lunes, octubre 20, 2008

LÍNEA IDEOLÓGICA DE UNICEF: ¿CUALES SON SUS VALORES?

Estos artículos fueron publicados, el primero en el 2008 y el segundo en el 2001, pero me pareció que ambos son de bastante actualidad. Hay que conocer las políticas de las organizaciones y sus líneas ideológicas, aun más tratándose de una tan conocida como Unicef.

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(Tomado de Movimiento Mallinista año 2008)

UNICEF es United Nations International Childen's Emergency Fund (Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Emergencia de los Niños), una organización que nació para atender a los niños víctimas de guerras ocurridas en Europa y China. Desde su fundación en 1946, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) es una organización supuestamente apartidaria y sin tendencia religiosa; ha desempeñado su labor en los hogares, las escuelas, los centros sanitarios y las instituciones, trabajando con las comunidades y mejorando la situación de las niñas y niños del mundo.


En su página web, dice que su misión consiste en proteger y dar a conocer sus derechos de manera que todos los niños y niñas puedan desarrollar plenamente sus capacidades.Realiza diversas actividades de beneficencia alrededor del mundo y cuenta con grandes aportes económicos provenientes de particulares y empresas que adhieren a esta causa. Ha logrado instalar su nombre como toda una marca que goza de gran reputación en todo el planeta.


Asimismo, personalidades del deporte, del espectáculo y del mundo de la política se prestan para dar apoyo para difundir las actividades de esta organización; así encontramos entre sus "embajadores" a Roger Federer, David Beckham, Shakira, Emanuel Ginobili, entre otros.Hasta ahí, todo bien. Todo cierra. Y son millones de personas los que se conmueven (y le aportan dinero) con el propósito de UNICEF. Pero tras estos nobles objetivos de esta organización, hay oscuras intenciones para con la infancia alrededor del mundo que merecen darse a conocer.

Desde el momento de su fundación, UNICEF procuró insistentemente intervenir en la mayor cantidad de países difundiendo sus métodos moralmente equivocados (non sanctos) para evitar nacimientos y reducir así la natalidad. Al ser rechazadas masivamente todas sus iniciativas, la Organización Mundial de la Salud volvió a la carga con un título más digerible: "salud reproductiva"......

En 1992, UNICEF hizo presiones para legalizar el aborto en los países en los que es ilegal. Estas presiones ya se habían constatado en 1990, motivo por el cual en la sesión del 16 de abril de 1990 el observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, el arzobispo Renato Martino, denunció estas prácticas.

El 17 de abril, Martino, frente al Ejecutivo del Fondo de la ONU para la Infancia denunció que UNICEF se ha convertido en una promotora del aborto.
La reiterada participación de UNICEF en programas de reducción de los nacimientos llevó a la Santa Sede a retirar en 1996 la simbólica contribución anual que realizaba y que buscaba alentar la generosidad de los católicos.

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(tomado de Zenit -año 2001)

Unicef: Acabar con la pobreza infantil suprimiendo a los no nacidos. Desde 1966 hasta hoy, la organización ONU promueve el aborto.

La batalla se ha pospuesto, pero los temas en discusión siguen en pie. En efecto, la Asamblea General de Naciones Unidas dedicada a la Infancia no podrá celebrarse del 19 a 21 de septiembre, como estaba previsto, a causa de los atentados que han flagelado Nueva York, ahora bien, los debates preparatorios, en particular sobre el aborto, seguirán adelante.

El documento que se ha ido redactando en las asambleas preparatorias de la Cumbre con la participación de las delegaciones nacionales ha suscitado el escándalo en diferentes sectores: algunos pasajes del texto, en lugar de concentrarse en el objetivo de salvar millones de pequeñas e inocentes vidas humanas, se convierte en una reivindicación del aborto libre y de la difusión entre adolescentes de medios anticonceptivos sin informar a sus padres.

Estas dos propuestas han sido defendidas en las reuniones preparatorias de la Asamblea en particular por los gobiernos de la Unión Europea y por los de América Latina. Estos últimos, en la inmensa mayoría de los casos, han defendido sus propuestas en violación flagrante de sus propias constituciones nacionales, que reconocen el derecho a la vida. Dos delegaciones han pedido rechazar estas reinvidicaciones, pues de hecho no forman parte del objetivo de la Cumbre. Estados Unidos y la Santa Sede han propuesto concentrarse en la ayuda concreta a la dramática situación de la infancia (un niño de cada doce en el mundo no llegará a celebrar su quinto cumpleaños, según el informe publicado por UNICEF este jueves).

Además, 17 países islámicos se han declarado totalmente contrarios a medidas que priven a los padres de familia de su autoridad sobre sus hijos. Unicef (United Nations International Childen's Emergency Fund, que después cambió en United Nation Children's Fund) nació en 1946 con el objetivo preciso de atender a los niños víctimas de la guerra de Europa y de China. A partir de los años sesenta adoptó las teorías maltusianas, la promoción de contraceptivos, la difusión de la práctica de la esterilización y el apoyo a los programas de reducción de los nacimientos.

En mayo de 1966, el entonces director ejecutivo Henry R. Labouisse sometió al Consejo directivo un informe titulado «Posible papel de Unicef en la planificación familiar» («Possibile role of Unicef in Family Planning»). El debate llevó a una ruptura en el ejecutivo. Las delegaciones de Suecia, India y Pakistán apoyaron la idea de que Unicef participara en programas de control de la población; mientras que las delegaciones de los países católicos se opusieron. Las naciones africanas, a excepción de Nigeria también respondieron con un claro «no», afirmando que se trataba de programas racistas. Hilaire Willot, quien dirigía la delegación belga, denunció el programa de control de nacimientos aplicado en India pues, según constató, «se ofrecían incentivos para aceptar abortos y esterilizaciones».

En ello basó su oposición a la nueva línea de Unicef. Para evitar la división del ejecutivo, la propuesta se congeló y se decidió afrontar caso por caso el problema de la participación en los programas de planificación familiar. Más tarde, como también ha sucedido con la Organización Mundial de la Salud, este tipo de propuestas se aceptaron con una estratagema: se cambió el nombre a los programas de reducción de los nacimientos por el de «salud reproducitva» de madres y niños.

En 1970, el mismo Labouisse recomendó al Ejecutivo que «autorizara a Unicef la inclusión de la difusión de anticonceptivos en los programas de ayuda a los gobiernos». La recomendación se acogió a pesar de muchas oposiciones. El representante de la delegación francesa consideró que «era necesario garantizar al menos la libre voluntad de las familias»; sin embargo, Labouisse respondió que este «era un problema de los gobiernos y no de Unicef». En 1966, Unicef gastó 700.000 dólares en programas de planificación familiar. En 1971, 2,4 millones de dólares y, en 1973, 4,2 millones de dólares en 30 países.

Con el pasar de los años, ha aumentado además la colaboración entre Unicef y la International Planned Parenthood Federation (IPPF), la asociación más poderosa del mundo en la promoción del aborto y de la anticoncepción. En 1978, la John Hopkins University de Baltimore publicó «The Population Reports» en el que se informa de manera detallada sobre todos los proyectos de control de la población en los que participó hasta la fecha Unicef.

Entre 1987 y 1990 Unicef participó de manera sustancial en programas de planificación familiar en Nepal, Malawi, Jamaica, Burundi, Kenia, Capo Verde, Tanzania y China. En 1987 en la Conferencia Internacional para mejorar la salud de mujeres y niños a través de la planificación familiar, celebrada en Nairobi (Kenia), Unicef apoyó abiertamente el aborto como «servicio legal, de buena calidad y accesible a todas las mujeres».

En 1992, Unicef hizo presiones para legalizar el aborto en los países en los que es ilegal. Estas presiones ya se habían constatado en 1990, motivo por el cual en la sesión del 16 de abril de 1990 el observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, el arzobispo Renato Martino, denunció estas prácticas. El 17 de abril, Martino, frente al Ejecutivo del Fondo de la ONU para la Infancia denunció que Unicef se ha convertido en una promotora del aborto. La reiterada participación de Unicef en programas de reducción de los nacimientos llevó a la Santa Sede a retirar en 1996 la simbólica contribución anual que realizaba y que buscaba alentar la generosidad de los católicos. El anuncio tenía lugar después de que un comunicado de prensa de Unicef anunciara que había distribuido sustancias abortivas en Ruanda y Zaire.
Tras este reconocimiento, Martino consideró que Unicef en lugar de destinar estos fondos a ayudar a los niños, los destina para acabar con vidas humanas. En particular, la Santa Sede denunció:
--La publicación por parte de Unicef de un manual en el que se recomienda la distribución de productos abortivos para los refugiados.
--Las presiones que ejerce Unicef ante algunos países para que cambien la legislación que prohíbe el aborto.
--La participación en programas de distribución de anticonceptivos. Si bien negó algunas de las acusaciones de la Santa Sede, Unicef presentó en el informe anual de ese año la planificación familiar (que incluye el aborto) como «uno de los medios más eficaces para combatir la pobreza».
Desde 1996 hasta hoy el contraste entre la Santa Sede y Unicef no se ha resuelto, es más, ha aumentado, a causa de las posiciones radicales asumidas por Carol Bellamy, quien desde 1995 es directora ejecutiva de Unicef. Bellamy, siendo senadora del Partido Demócrata en el Estado de Nueva York, se dio a conocer como una de las más radicales promotoras del aborto. Batió records de votaciones a favor de propuestas legislativas a favor de su liberalización. En septiembre de 1999, estando todavía en la Casa Blanca Bill Clinton, Bellamy fue reconfirmada como directora ejecutiva de Unicef por un segundo mandato que concluiría en abril de 2005.

ACTUALIDAD: PRINCIPÍOS MORALES, MÁS QUE ACUERDOS INTERNACIONALES

Esto a propósito de la crisis nacional (peruana) y de la de fuera, que los problemas serios, económicos, políticos, sociales, culturales, ideológicos, ambientales, etc., etc., etc., tienen su origen, de alguna u otra forma, en la carencia de principios morales, en todo los niveles, pero especialmente -ya que el agua que viene de la cumbre moja a más tierras- en los de poder gubernamental.
¡Que distinto sería todo si ubiesen tres honrados en cada cúpula!

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Principios morales más que acuerdos internacionales
Un informe revela la extensión de los sobornos en el mundo

(de la página de la Universidad de Navarra)


Un estudio reciente muestra que más de dos tercios de los países examinados registran graves niveles de corrupción. El 18 de octubre la organización Transparency International, con sede en Berlín, hacía público su último informe anual, el Corruption Perceptions Index 2005 (CPI).

El CPI valora los países en una escala del 1 al 10, calificando con un 10 a los que están limpios, en términos de cómo se percibe la corrupción que existe entre los funcionarios públicos y los políticos. La calificación se concede después de estudiar los datos de las encuestas y refleja el punto de vista de la gente de negocios y los analistas, incluyendo a los expertos locales de los países evaluados.

De los 159 países examinados, no menos de 113 tienen una puntuación menor de 5, y 70 obtienen menos de 3. Es de reseñar que muchos de los países con menor puntuación en el índice están también entre los más pobres, comentaba el presidente de Transparency International, Peter Eigen, durante la publicación del informe.

«Las dos plagas se alimentan una a otra, encerrando a sus poblaciones en un ciclo de miseria», afirmaba. «La corrupción debe tratarse de forma contundente, si es que la ayuda quiere marcar diferencias a la hora de liberar a la gente de la miseria».

Eigen precisó que los países ricos sufren también de corrupción. Además, tienen parte de culpa por la corrupción de las naciones en desarrollo. En el pasado, observó, las empresas de las naciones más ricas pagaban libremente sobornos cuando hacían negocios en el extranjero. La convención antisoborno formulada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ha mejorado este tema. No obstante, Eigen afirmó que tanto países pobres como ricos deben trabajar mano a mano para romper el ciclo de la corrupción.

El informe explicaba que la inversión extranjera es más baja en los países que se perciben como corruptos, lo que frustra aún más sus oportunidades de prosperar. La reducción de la corrupción les ayudaría a atraer más inversión, y aumentar su índice de desarrollo.
No hay región exenta de problemas de corrupción, observaba David Nussbaum, director ejecutivo de Transparency International. Incluso en la Unión Europea extendida, la puntuación media es sólo una pasable 6,7, «que indica que muchos de sus países todavía están enzarzados en un importante problema de corrupción».

Las áreas más afectadas son Europa Central y del Este y Asia central, con una puntuación media del 2,7. Esto indica «niveles devastadores de corrupción percibida que plantean una grave amenaza a la estabilidad política y social, además de comprometer las vidas diarias de las personas de estos países», afirmaba Nussbaum.
La condonación de la deuda en peligro
Transparency International también observaba que la corrupción podría poner en peligro los beneficios económicos de la condonación de la deuda. A diecinueve de los países más pobres del mundo se les ha concedido la condonación de la deuda bajo la Iniciativa para Los Países Pobres Fuertemente Endeudados. Pero ninguno de estos países puntúa por encima de 4 en el CPI, indicando niveles de corrupción de graves a severos.

El riesgo es que el dinero liberado para pagar la deuda no se use para el desarrollo, sino que pudiera perderse por la corrupción y la mala gestión. El informe también sostiene que acabar con la corrupción resulta de una importancia crítica para hacer que las ayudas sean más eficaces.
No basta con lograr más riqueza, ya que los países no pueden relajarse en sus esfuerzos en contra de la corrupción. Transparency International observaba que un análisis a largo plazo de los cambios en el CPI muestra que, durante la pasada década, la percepción de la corrupción ha descendido de modo significativo en algunos países con rentas más bajas, como Estonia, Colombia y Bulgaria. Al mismo tiempo, algunos países con rentas más altas, como Canadá e Irlanda, han experimentado un marcado aumento en la percepción de la corrupción.

El informe expresaba la esperanza de que la Convención contra la Corrupción de Naciones Unidas, que debe entrar en vigor este diciembre, establezca un marco legal mundial para luchar contra la corrupción.
La convención está pensada para acelerar la recuperación de fondos robados y presionar a los bancos para que actúen contra el blanqueo de dinero. Permitirá a las naciones perseguir a las empresas e individuos extranjeros que hayan cometido actos de corrupción en su suelo, y prohibirá el soborno de funcionarios públicos extranjeros.

Hacer negocios
Otra serie de obstáculos al desarrollo económico se trataron en el informe «Hacer Negocios en el 2006: Crear Puestos de Trabajo». El informe, publicado en septiembre por el Banco Mundial, sostiene que reformar la reglamentación gubernamental para reducir la burocracia y simplificar los impuestos estimularía en gran medida la actividad económica.

«Los puestos de trabajo son una prioridad para cualquier país, y especialmente para los países más pobres», indicaba Paul Wolfowitz, presidente del Banco Mundial. «Hacer más para mejorar la reglamentación y ayudar a los empresarios es clave para crear más puestos de trabajo y más riqueza».

El informe contrastaba el éxito económico de las naciones de Europa del Este, que han emprendido el camino de dinamizar las reglamentaciones y animar a los empresarios, con los países africanos. Por primera vez, el informe anual presenta un ranking mundial de 155 naciones en clave de reglamentaciones y reformas económicas. Se muestra que las naciones africanas imponen a los empresarios los mayores obstáculos de regulación y son las que menos reformas hicieron durante el pasado año. En contraste, cada país de Europa del Este mejoró al menos un aspecto del entorno económico.

El informe aportaba algunos ejemplos gráficos de los problemas a los que se enfrentan los negocios en África. Por ejemplo, un empresario de Mozambique debe someterse a 14 procedimientos por separado, que hacen que registrar un nuevo negocio se demore 153 días. En Sierra Leona, si se pagaran todos los impuestos económicos, consumirían el 165% de los beneficios brutos de la empresa. En Burundi, se necesitan 55 firmas y 124 días desde el momento en que los bienes de importación llegan a los puertos hasta que alcanzan las puertas de la fábrica.

Algunos países africanos han introducido reformas durante el pasado año, pero el informe observaba que queda mucho por hacer. Los países africanos imponen los mayores impuestos económicos del mundo: de promedio, el 62% de los beneficios brutos. Estos altos impuestos crean incentivos para su evasión, llevando a muchas empresas a la economía sumergida.

Los excesivos impuestos y reglamentaciones también obstruyen a los países en su crecimiento a través de la exportación de bienes. En Etiopía, por ejemplo, los exportadores tienen que conseguir 33 firmas antes de sus mercancías lleguen al puerto para salir. Y en Nigeria, los costes administrativos pueden sumar casi el 18% del valor de las exportaciones.

El informe también indicaba que las naciones de América Latina y el Caribe necesitan poner en práctica reformas que ayuden a las pequeñas y medianas empresas a generar más puestos de trabajo. Se han dado algunos progresos, pero sigue habiendo graves cargas legales en la mayoría de los países de la región. En la zona, sólo Chile está en la lista de los 30 países donde resulta más fácil hacer negocios.

Principios morales
El recientemente publicado Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia tiene algo que decir sobre la corrupción y la burocracia. Algunos números consideran la corrupción como un obstáculo para el desarrollo económico. Y, en el contexto de los sistemas políticos, el Compendio, en el No. 411, describe la corrupción como una traición tanto de los principios morales como de las normas de justicia social.

«La corrupción distorsiona de modo radical el papel de las instituciones representativas, puesto que se convierten en una arena para el trueque político entre las peticiones de los clientes y los servicios gubernamentales», observa el Compendio. El siguiente número trata de la burocratización excesiva, observando que causa la pérdida de eficacia de las instituciones.

El Compendio propone una solución a estos problemas basada en los principios morales más que en los acuerdos internacionales. En lugar de un sobre regulación, sugiere que la administración pública se oriente por la idea de que el Estado está al servicio de los ciudadanos. El estado es el administrador de los recursos de las personas y debería administrarlos con objeto de asegurar el bien común.

Una recomendación similar se da a quienes ejercen el poder político, indica el No. 410. Deben recordar que «autoridad responsable» significa «autoridad ejercida con aquellas virtudes que permitan poner el poder en práctica como servicio». Tal consejo también podría resultar ser un buen negocio.

Pompeya y la camorra (de www.laiglesiaenlaprensa.com)

Hace 6 años tuve la suerte de conocer la ciudad de Pompeya. Fue un paseo cultural que duró casi todo el día. Me impresionó mucho la imponente presencia del Vesubio y sobre todo la ciudad sepultada, ya al descubierto con tantas "modernidades" que es increible que haya existido hace alrededor de 2000 años. También me impresionó lo fragil que es la vida humana y lo rápido que se pierden las obras de nuestras manos si no tienen mayor trascendencia.


Les publico este comentario acerca de las palabras del Papa en el Santuario de esa ciudad, que han causado polémica por lo que algunos medios de comunicación han catalogado de "omisiones".

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Suele ser frecuente que se critique al Papa o a la jerarquía católica por hablar de cuestiones que se consideran (por parte de quien critica) exclusivamente “civiles”. En el caso que comento ahora la crítica es precisamente la contraria. La prensa italiana destaca hoy en primera página la “omisión” de Benedicto XVI durante su viaje de ayer al santuario de Pompeya: no habló de la camorra (la mafia local de la región Campana, donde está situado el santuario).
El Papa peregrinó al santuario mariano celebró la misa, rezó el ángelus y el rosario. Bien, pero no habló de la camorra. Dice La Stampa: “El Pontífice, de visita en Pompeya. Ninguna referencia a la camorra” y Reuters añade que “El Vaticano defiende el silencio del Papa sobre la camorra”. Casi da la impresión de que podría comenzar otra saga, la de “los silencios” de Benedicto XVI, en la línea de “los silencios de Pío XII”...

La realidad es mucho más sencilla. Benedicto XVI estuvo hace un año en Nápoles, capital de la región, y habló duramente contra la camorra. Esta vez, en el contexto de una peregrinación mariana, no le ha parecido oportuna la mención a la criminalidad ni a la camorra. ¿Significa eso acaso que está a favor de la camorra? Considero que también hay que reconocer al Papa el derecho a elegir el lugar y el momento adecuado para hablar de uno u otro tema.